"¿Puedes creer que él viene en sandalias a la iglesia?" Yo sé, y ¿ya viste lo que la otra trajo para el almuerzo? ¿Acaso no sabe que es lo mejor? "¿Has oído que el nuevo pastor apoya la decisión del consejo escolar de contratar a otro maestro?" "¡Eso es ridículo, la escuela no cuenta con el dinero!" ¿Le suena familiar? Nuestra iglesia está con frecuencia plagada de comentarios críticos y un espíritu negativo. En lugar de tender la mano a aquellos que están en el mundo, los criticamos. Y si vienen a la iglesia, nos apresuramos a señalar sus faltas en un esfuerzo para ayudarles a "crecer". Por supuesto, tampoco actuamos mejor con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Nos gusta señalar lo que pensamos que otras personas están haciendo mal. Si hemos de terminar la obra de predicar el evangelio, debemos unirnos y cultivar los frutos del Espíritu. Debemos llegar a ser como Jesús, desterrar el espíritu crítico y dejar que el Espíritu Santo desarrolle un carácter lleno de amor en nosotros. Jim Hammer comparte historias personales y percepciones de su propia travesía espiritual que ahora nos llegan a nosotros en Derrotando el Espíritu Crítico.
Poniendo a Pablo dentro del mundo de la época helenista judía y griega, este libro examina su nuevo mensaje sobre la posición preeminente del espíritu en su doctrina sobre las virtudes. La pregunta central es ¿cómo el concepto del espíritu se hace la fuente principal de todas las virtudes cristianas en la vida ordinaria de los judíos y gentiles creyentes, y cómo se refleja en sus cartas? El libro examina las siete cartas indiscutibles de Pablo e ilustra la enseñanza fundamental del poder del espíritu en la adquisición de las virtudes y la evitación de los vicios. De hecho, se da un énfasis a las virtudes y vicios reflejadas en cada una de las siete cartas. También investiga como la vida de los creyentes en la comunidad cristiana fluye del Espíritu recibido de Dios. El libro ofrece al lector un estudio completo del entendimiento del término espíritu en las tradiciones helenista judías y griegas dando un enfoque a la manera como Pablo usa el lenguaje filosófico en su exhortación ética, un lenguaje que probablemente habría sido común para muchos de sus oyentes gentiles creyentes, con el fin de ofrecer un entendimiento persuasivo de su exhortación a la vida virtuosa.
Es el marco inicial de una doctrina que ha ocasionado profundas repercusiones en el pensamiento y la visión acerca de la vida de una considerable porción de la humanidad. Su estructura está compuesta por cuatro partes que contienen 1019 cuestiones formuladas por Allan Kardec, el Codificador del Espiritismo. Aborda en forma lógica y racional las enseñanzas de los Espíritus desde los aspectos científico, filosófico y religioso. Independientemente de toda creencia o convicción religiosa, la lectura de este libro será de inmenso valor, porque trata acerca de Dios, la inmortalidad del alma, la naturaleza de los Espíritus, sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, todos asuntos de interés general y de gran actualidad.
Este libro trata de nuestra fe, que es un don que Dios en su inmenso amor nos da para nuestro crecimiento personal, espiritual y humano. Aquellos que son humildes y están abiertos para recibir este don en sus corazones, son capaces de hacer frente a los múltiples desafíos de la vida sin desanimarse, sin caer en la angustia o sin sentirse abandonados. Es un acto de humildad que todos tenemos que hacer en este mundo lleno de confusión y orgullo, con el fin de experimentar la verdadera paz que el Señor ha venido a traernos. Este libro está destinado a apoyar a cualquier cristiano que esté preocupado por la realidad del Último Día, la cual experimentará cada uno de nosotros. Es también una referencia para todos los que están dispuestos a profundizar en su fe para permanecer despiertos y estar preparados para el Señor con la ayuda de las enseñanzas de la fe. No importa que se trate de un intelectual, de un profesor, de un granjero, de una ama de casa, etc.; de una persona joven o adulta. El libro ofrece una presentación de nuestra propia identidad como hijos de Dios. En cada uno existe una dimensión espiritual donde Dios se comunica con nosotros y que nos permite ser llamados hombre o mujer. Es una aberración que algunas personas se tengan a sí mismas como ateas por no creer en Dios cuando, irónicamente, Dios sí cree en ellas y les permite vivir en el mundo que Él ha creado. Cada ser humano debería tomar en serio su condición y su presencia en esta vida para no caer en la mediocridad de no creer. Confundidos con las muchas cosas materiales a las que ellos están expuestos, muchos hombres toman la decisión de no creer en Dios. Lógicamente, esta decisión es una negación de su propia existencia, porque un hombre o una mujer sólo pueden existir en relación con Dios, su Creador. Ninguno de los seres humanos se puede dar vida a sí mismo. Antes que ellos nacieran, alguien superior los ha precedido, de la misma manera que antes de nacer un hijo existen ya su padre y su madre. Así, este libro es una reafirmación de nuestra fe, expresada de una manera muy sencilla y sin ninguna complicación. Este libro es también un recordatorio para nosotros amar a nuestra Iglesia y defenderla a pesar de que haya muchas cosas que nos puedan provocar desencanto. No debemos desanimarnos; al contrario, debemos estar felices de saber el camino que conduce a la paz y a la salvación. La Iglesia se inició con la traición de Judas, que contribuyó a la cruz de Jesús. Este tipo de hechos seguirán estando presentes en nuestra Iglesia, en nuestras comunidades, e incluso en el comportamiento de nuestros líderes. Pero, si Dios está con nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros? Jesús nos ha marcado el camino que debemos seguir si queremos estar con Dios nuestro Padre. Mi libro está escrito en armonía con las enseñanzas de la fe católica y el mensaje va directo al corazón de la persona humana. El contenido del libro nos invita a mantener la fe con el fin de comprender mejor nuestro papel en un mundo lleno de violencia y de secularismo. Hemos llegado a ser violentos no sólo con los demás, sino también con nosotros mismos, al elegir creencias y actitudes que no nos ayudan a convertirnos en personas obedientes, humildes y felices. Muchos hombres y mujeres entran en la Iglesia, pero tienen una interpretación errónea de la fe y de la jerarquía. Ellos no están de acuerdo ni contentos con una cosa ni otra. Piensan que pueden escoger y elegir lo que quieran y como quieran. Sin embargo, es importante entender que la Iglesia no es, y nunca ha sido, una democracia. La Iglesia es jerárquica y encuentra su fundamento en la autoridad que el Señor Jesús recibió del Padre. Con esa autoridad, Él dijo a Pedro: " Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará".
'Yo espero que nada sobrenatural suceda hoy en nuestra Iglesia' fue la honesta pero simpática reacción de una anciana miembro de nuestra iglesia' cuando su pastor lanzo una serie de veinte sermones abarcando toda mención sobre el Espíritu Santo en la Biblia. Sus esperanzas fueron frustradas cuando su mismo pastor tuvo un totalmente inesperado encuentro con el Espíritu Santo, llevándole (en realidad, orando) en lenguas, por un diácono enfermo quien se había autodesignado 'líder de la oposición' El resultado fue un completa sanación y reconciliación, juntos con un 'bautismo en el Espíritu Santo' para él y su esposa. Aquí está la substancia de aquellos estudios, demostrando la mutua interdependencia del Espíritu y las escrituras. Sin en Espíritu las escrituras no podrían haber sido escritas, ni pueden ser propiamente leídas o comprendidas. Sin las escrituras, el trabajo del Espíritu no puede ser reconocido o distinguido de inspiraciones que se afirman ser de él, de aquellas que son humanas o incluso de origen satánico. Dicho de otra forma, los dones del Espíritu sin el fruto pueden ser peligrosos. El fruto del Espíritu sin los dones pueden ser inútiles. La Biblia pone el poder y la pureza juntos en un balance similar a Cristo, vital para una misión efectiva en un mundo que quiere uno y no al otro.
San Juan de la Cruz es el gran desconocido del pueblo cristiano. En los últimos cuarenta años han proliferado métodos de oración y meditación trascendental. Y es precisamente en esa búsqueda por encontrar una guía firme y permanente donde muchos se han topado con san Juan de la Cruz. Al paso que canta la belleza de la creación en sus sublimes poemas, el santo nos recuerda que toda la belleza creada es nada comparada con la divina. Quien renuncie a lo pasajero, superficial e ilusorio, se encontrará con el Todo de Dios. El libro que nos ofrece Isaías A. Rodríguez no pretende sustituir a san Juan en lo que pueda decirnos, sino que nos ayuda a entender lo que san Juan nos dice, a ver los caminos que va señalando, y a seguir las pautas para nuestra peregrinación que es la vida. Saint John of the Cross is the great unknown of the Christian community. The last forty years have seen a growth in prayer methods and transcendental meditation. The search for a guide that teaches such prayer and meditation practices have led many seekers to the teachings of Saint John of the Cross. Like a song that sings the beauty of the creation in its sublime poems, the Saint teaches us that all of the beauty of creation is nothing in comparison with the beauty of the divine. In this book, Isaías A. Rodriguez does not pretend to be able to substitute Saint John in what he can teach us, but he helps us to understand what Saint John says to us, to discover the roads that he shows us, and to stay on course for our life pilgrimage.