Flora Lyndsay is Susanna Moodie’s prequel to Roughing it in the Bush and Life in the Clearings. Though Moodie fictionalizes herself in the context of this novel, Flora Lyndsay remains a close personalized record of her family’s experiences in planning their emigration and crossing the Atlantic. Despite the limited critical attention it receives, Flora Lyndsay reveals Moodie’s style, her sense of form, and her distinctive approach to writing female autobiography. This edition, complete with a wide corpus of endnotes, an extensive list of emendations, and a critical introduction, helps address this oversight and gives a closer look at the iconic phenomenon that is Susanna Moodie.
Telling West Indian Lives: Life Narrative and the Reform of Plantation Slavery Cultures 1804-1834 draws historical and literary attention to life story and narration in the late plantation slavery period. Drawing on new archival research, it highlights the ways written narrative shaped evangelical, philanthropic, and antislavery reform projects.
This edited collection from a distinguished group of contributors explores a range of topics including literature as imperialist propaganda, the representation of the colonies in British literature, the emergence of literary culture in the colonies and the creation of new gender roles such as ‘girl Crusoes’ in works of fiction.
La presente tesis se centra en el género novelístico en lengua inglesa como paradigma de la Identidad literaria canadiense con el fin de analizar su construcción restrictiva por medio de la Recuperación de contribuciones de mujeres y autores étnicos que han sido bien relegadas o bien infravaloradas como agentes literarios relevantes. Esta investigación abarca un periodo que comprende desde la publicación de la primera novela canadiense en inglés, The History of Emily Montague de Frances Brooke en 1769, hasta 1904 año en el que la obra de Sara Jeannette Duncan titulada The Imperialist vió la luz; es decir, desde los comienzos del género en inglés hasta la primera novela modernista. La primera parte engloba el marco teórico general del Nuevo Historicismo, el Feminismo y los Estudios Étnicos puesto que resaltan el papel crucial de la historización de la literatura en la creación de tradiciones e identidades literarias, e impulsan una visión crítica tanto de la producción literaria de mujeres y escritores étnicos como de su consideración. La segunda parte se centra en la historia, tradición e identidad literarias canadienses. Por medio de la novela, se analiza el proceso de antologización de la literatura canadiense en inglés a través de un estudio detallado sobre la presencia/ausencia de autoras y autores étnicos en antologías publicadas entre 1920 y 2004. También se incluyen las contribuciones de críticos/as feministas y/o étnicos puesto que cuestionan axiomas establecidos en la historia, tradición e identidad canadienses y posibilitan el acceso a las obras de estos escritores/as alternativos cuyos diversos sentidos identitarios, de otro modo silenciados, son revelados. Precisamente estos diferentes sentidos de la identidad son el eje de la tercera parte. Desde 1769 a 1904 existen: una primera novela frecuentemente infravalorada escrita Frances Brooke; novelas olvidadas de autoras con gran reconocimiento como Susanna (Strickland) Moodie; escritoras relevantes en la ficción juvenil como es el caso de Agnes Maule Machar, Margaret Murray Robertson y Margaret Marshall Saunders; contribuciones tempranas de autores étnicos como Martin Robinson Delany y Winnifred Eaton; así como novelistas de éxito de la talla Agnes Early Fleming, Lily Dougall, Susan Frances Harrison y Sara Jeannette Duncan. Dándoles voz y resaltando su relevancia, este trabajo demuestra que la literatura canadiense temprana está plagada de autoras y autores étnicos inteligentes, poderosos y reconocidos cuyas aportaciones deben ser re-consideradas si se pretende seguir manteniendo el carácter multicultural y no patriarcal de las letras canadienses. Estas novelas de un autor afroamericano y residente temporal en Canadá, de una mujer canadiense de ascendencia chino-inglesa, y un amplio espectro de mujeres inmigrantes o nativas pone de manifiesto no sólo que Canadá cuenta con un pasado literario sólido y forjado desde la diversidad sino que cuestiona el hecho de que esta herencia literaria todavía necesita ser recuperada.
" ... Documents the history and development of [Post-colonial literatures in English, together with English and American literature] and includes original research relating to the literatures of some 50 countries and territories. In more than 1,600 entries written by more than 600 internationally recognized scholars, it explores the effect of the colonial and post-colonial experience on literatures in English worldwide.
Elizabeth Thompson develops the idea of the pioneer woman as an archetypal character firmly entrenched in Canadian fiction and the Canadian consciousness. Thompson's broad definition of the concept of pioneer can be seen to reflect the history of Canadian women, starting with the pioneers of settlement and continuing through the pioneers of spiritual perfection and psychological liberation. Various versions of the pioneer woman have appeared in English-Canadian fiction since Traill's development of the character type. Sara Jeannette Duncan's The Imperialist and Ralph Connor's The Man From Glengarry and Glengarry School Days feature pioneer women who cope not only with physical frontiers but also with those grounded in social and personal concerns. More recently, Margaret Laurence used this character type in The Stone Angel, A Jest of God, and The Diviners, with characters who inhabit internal, personal frontiers. Thompson argues that the longevity of this character type in English-Canadian fiction reveals an affinity between the pioneer woman and a common conception of the role of women in Canadian society. She suggests that the role for women proposed by the early immigrants was an appropriate choice for the Canadian frontier, regardless of the location and nature of that frontier.