Cuando se ama a una persona discapacitada la distancia puede multiplicarse, pero la divergencia de este sentimiento es tan natural como la diferencia del mismo.
La creatividad implica imaginar otra vía de conocimiento, libre de peaje y autónoma.La imaginación en el campo de la Psicofiguración es un sistema henoteísta, que se aleja de la relatividad y de lo absoluto, para concentrarse ante todo, en la experiencia vital y en el rigor intuitivo de la consciencia, libre de hierofanías y de toda dimensión simbólica.
Cualquier persona enajenante por naturaleza tiene cabida en este nuevo experimento de vida no globalizada, sino atomizada en el instinto de la excelencia, que busca la fraternalización de la resistencia y un espacio personal para compatibilizarlo y optimizar su armazón genético, sin pretender en absoluto imponer ni jerarquizar nada, porque básicamente es un problema de lenguaje y de expresiones no generalizables, de saber observar con inteligencia intuitiva lo que nos dicen otras voces disonantes con todo derecho, aquellas que podemos definir como miradas diferidas.
La urbe global se ha convertido en la imagen ecumenopolizada del mundo, no como urbes gigantescas, sino como una red que penetra la totalidad del territorio y acabando con la dicotomía rural-urbano. Tras el paradigma Geddiano de las ciudades-mundo, ahora la gran cuestión es verificar si esa red sin fronteras trascenderá el sistema nervioso de sus habitantes en una dilución consentida y hasta cataléptica que les acerque a la robótica y al final no exista demasiada diferencia entre ambos.