¿CRISTIANOS O “CRISTINOS”?

¿CRISTIANOS O “CRISTINOS”?

Author: Mary Escamilla

Publisher: Palibrio

Published: 2023-10-08

Total Pages: 150

ISBN-13: 1506551416

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LOS HOMBRES QUE DIOS LLAMÓ MUJERES EXTRAORDINARIAS CONVERTIDOS Y CONVENCIDOS LOS MILAGROS DE DIOS CUANDO DIOS HABLA A TU CORAZÓN DIOS SÍ HACE MILAGROS


¿CRISTIANOS O "CRISTINOS"?

¿CRISTIANOS O

Author: Mary Escamilla

Publisher:

Published: 2023-10-08

Total Pages: 0

ISBN-13: 9781506551425

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LOS HOMBRES QUE DIOS LLAMÓMUJERES EXTRAORDINARIASCONVERTIDOS Y CONVENCIDOSLOS MILAGROS DE DIOSCUANDO DIOS HABLA A TU CORAZÓNDIOS SÍ HACE MILAGROS


La verdadera vida cristiana

La verdadera vida cristiana

Author: A. W. Tozer

Publisher: Editorial Portavoz

Published: 2013

Total Pages: 136

ISBN-13: 0825485053

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Muchos cristianos conocen actualmente el nombre, y tal vez incluso algunos de los escritos de A. W. Tozer, pero viven pocos hoy en día que fueran bendecidos al poder escuchar su enseñanza semanal desde el púlpito. En esta colección nunca antes publicada de enseñanzas sobre1 Pedro, se han adaptado sermones predicados por Tozer en los que examina lo que significa llamarse a sí mismo un cristiano. Many modern Christians are familiar with the name, and perhaps even some of the writings of, A. W. Tozer, but few living today were blessed to sit under his weekly teaching from the pulpit. In this never-before published collection of teachings on 1 Peter, adapted from sermons given to his parishioners, Tozer examines what it means to call oneself a Christian.


¿Ser cristiano hoy?

¿Ser cristiano hoy?

Author: Martínez Díez, Felicísimo

Publisher: Verbo Divino

Published: 2007

Total Pages: 100

ISBN-13: 8471519550

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La vida de Jesús de Nazaret continúa atrayendo el interés de muchas personas 2.000 años después de su muerte. Se trata, sin duda, de uno de los grandes personajes de la historia. Vale la pena preguntarse quién fue ese hombre; qué vieron en Él quienes creyeron en Él y le siguieron por los caminos de Galilea, de Samaría, de Judea...; qué han visto y qué vemos en Él quienes seguimos creyendo en Él, quienes confesamos que está vivo, quienes decimos que Él es nuestro salvador, que en Él está la salvación. Detrás de Jesús quedaron sus discípulos y discípulas, sus seguidores y seguidoras. Detrás de Jesús quedó la vida cristiana. Si hoy nos interesamos por Jesús en la Iglesia es porque nos interesa la vida cristiana. Hoy vale la pena preguntarse: “¿En qué consiste ser cristiano hoy?”. "¿Ser cristiano hoy?" es una síntesis de la reflexión teológica de Felicísimo Martínez sobre la vida y la obra de Cristo escrita con la intención de hacerse comprender por personas sin una formación religiosa de carácter académico: sus padres, sus hermanos, sus paisanos de Prioro, sus amigos, los feligreses que conoció en aquella parroquia del Angel en Venezuela, en aquel barrio de Hong Kong, en el madrileño barrio de San Blas...


«Yo soy cristiano»

«Yo soy cristiano»

Author: Aurelio Fernández Fernández

Publisher: Palabra

Published: 2013-11-27

Total Pages: 248

ISBN-13: 8498409772

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Este texto pretende complementar una obra anterior, Yo creo. ¿En qué creemos los cristianos? (Ediciones Palabra), donde se exponen las novedosas realidades reveladas por Dios que introducen al cristiano en un horizonte nuevo de existencia; es decir, lo que, en el campo académico, se denomina Teología Dogmática. En el presente libro se exponen las exigencias de esa fe en la vida concreta de los creyentes, dado que ser cristiano demanda un tipo determinado de conducta. Así, los primeros convertidos preguntaron espontáneamente a los apóstoles: «Hermanos, ¿qué tenemos que hacer?» (Hch 2, 37). La exposición de estas verdades corresponde a la Teología Moral. La presente obra no es un tratado formal de esta disciplina teológica pero afronta sus puntos centrales. Por ello responde a preguntas decisivas como: ¿de dónde deriva la vida moral?, ¿los deberes éticos son imperativos de agentes externos o son exigencias de la propia naturaleza del hombre?, ¿la conducta ética limita la libertad humana?, ¿cuáles son las fuentes del actuar ético?, ¿qué es la moral cristiana?, ¿cuáles son sus exigencias? Y, con brevedad, presenta otros temas que, por su importancia y actualidad, merecen una atención especial, como el matrimonio y la familia, el sentido y alcance de la sexualidad humana, los temas más actuales de la Bioética y las cuestiones tan vitales y urgentes de la moral social, económica y política. Todo un programa de vida que invita al cristiano a ser coherente con la fe que profesa, pues, en general, la ciencia moral es una invitación a la persona humana para que viva lo que realmente es.


EL VERDADERO AMOR DEL CRISTIANO POR EL CRISTO INVISIBLE

EL VERDADERO AMOR DEL CRISTIANO POR EL CRISTO INVISIBLE

Author: Thomas Vincent

Publisher: Felipe chavarro

Published:

Total Pages: 263

ISBN-13:

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Nuestro Salvador envió una epístola desde el cielo a la iglesia de Éfeso, en la que la reprendió porque había dejado su primer amor, y amenazó con quitarle el candelabro: que le quitaría la luz si no recuperaba su amor. Por la misma mano, al mismo tiempo, envió otra epístola a la iglesia de Laodicea, en la que reprendió su tibieza y amenazó -porque no era ni caliente ni fría- que la vomitaría de su boca (Apocalipsis 2:4-5; 3:15-16). ¿Y los cristianos en Inglaterra no están bajo tal pecado, no están en tal peligro? Cuando algunos se burlan de las llamas del amor a Cristo como si fueran perros que ladran a la luna que está muy por encima de ellos; cuando los cristianos más nominales son totalmente ajenos a este amor, cualquiera que sea su conocimiento ficticio (los primeros lo consideran sólo una fantasía, 1 los segundos lo tienen sólo en teoría); y cuando entre los cristianos que aman a Cristo con sinceridad, hay tan pocos que saben lo que es amar a Cristo con fervor y ardor; cuando hay una decadencia tan general del amor a Cristo en el país, Señor, ¿qué va a ser de Inglaterra? ¿No hemos provocado al Señor para que nos quite el candelabro (Apocalipsis 2:5), para que sufra que las tinieblas, peores que las egipcias, vuelvan a cubrir nuestra luz, porque brilla con rayos tan fríos, porque la luz del conocimiento en la cabeza va acompañada de tan poco calor de amor a Cristo en los corazones de la mayoría de los cristianos? Todo el mundo va a buscar agua para apagar el fuego en una conflagración general; 2 y ciertamente hay necesidad, en un día de tal decaimiento general del amor a Cristo, de que algunos busquen fuego, fuego del cielo, y usen también fuelles -argumentos, quiero decir- para encender y hacer estallar la chispa del amor a Cristo, que parece tan a punto de extinguirse. Lector, el siguiente discurso, relativo al amor del verdadero cristiano por el Cristo invisible, no está finamente hilado y curiosamente tejido con pulcritud 3 de ingenio y lenguaje. No está florecido y adornado con variedad de metáforas, hipérboles, elegancias retóricas o fantasías y fragmentos poéticos. No está adornado ni ornamentado con el especioso 5 autores. El discurso es sencillo, pero el autor se ha esforzado en que sea cálido, pues su propósito es más bien promover a su Maestro que a sí mismo en la estima de ustedes; y si tiene menos de su alabanza para que su Señor tenga más de su amor, su gran fin se ha logrado. La mayor parte de este discurso sobre el amor de Cristo es una aplicación, y alrededor de dos tercios de él son exhortaciones (en esta época de conocimiento hay generalmente más necesidad de excitación que de información), donde hay una variedad de argumentos y motivos para estimular y provocar el amor de Cristo, junto con diversas instrucciones sobre cómo lograr este amor en la verdad y la fuerza de él, y donde la fuerza del amor a Cristo debe evidenciarse. También se añade un apéndice para animar aún más el amor a Cristo, sobre la manifestación de Cristo a los que le aman. Todo el discurso es práctico, no hay nada controvertido en él. No sólo los protestantes sino también los papistas reconocerán verbalmente la obligación que tienen los cristianos de amar a Cristo. Y nadie se opondrá a esto que sea un verdadero cristiano; sólo los turcos6 -Thomas Vincent, 1677 Introducción A quien amáis sin haberlo visto; en quien, aunque ahora no lo veáis, creyendo, os alegráis con una alegría indecible y llena de gloria.-1 Pedro 1:8 La vida del cristianismo consiste en gran medida en nuestro amor a Cristo. Sin amor a Cristo, estamos tan faltos de vida espiritual como un cadáver, cuando el alma se desprende de él, está sin vida natural. La fe sin amor a Cristo es una fe muerta; y un cristiano sin amor a Cristo es un cristiano muerto, muerto en pecados y delitos. Sin amor a Cristo, podemos tener el nombre de cristianos, pero estamos completamente sin la naturaleza; podemos tener la forma de piedad, pero estamos completamente sin el poder. "Dame tu corazón" es el lenguaje de Dios para todos los hijos de los hombres (Pro 23:26); y "Dame tu amor" es el lenguaje de Cristo para todos sus discípulos. Cristo conoce el mandato y la influencia que tiene el amor a Él, en la verdad y la fuerza de éste: cómo comprometerá todos los otros afectos de sus discípulos para Él, [de modo] que si Él tiene su amor, sus deseos serán principalmente después de Él; sus deleites serán principalmente en Él; sus esperanzas y expectativas serán principalmente de Él; su odio, temor, pena, ira serán llevados principalmente al pecado, ya que es ofensivo para Él. Sabe que el amor ocupará y empleará para Él todos los poderes y facultades de sus almas. Sus pensamientos serán llevados al cautiverio y a la obediencia a él, sus entendimientos serán empleados en buscar y encontrar sus verdades, sus memorias serán receptáculos para retenerlas. Sus conciencias estarán listas para acusar y excusar como sus fieles diputados; sus voluntades elegirán y rechazarán según su dirección y placer revelado. Todos sus sentidos y los miembros de sus cuerpos serán sus servidores: sus ojos verán por Él, sus oídos oirán por Él, sus lenguas hablarán por Él, sus manos trabajarán por Él, sus pies caminarán por Él. Todos sus dones y talentos estarán a su devoción y servicio. Si Él tiene su amor, estarán listos para hacer por Él lo que Él requiera. Estarán dispuestos a sufrir por Él, sea lo que sea a lo que Él los llame. Si le tienen mucho amor, no pensarán mucho en negarse a sí mismos, en tomar su cruz y en seguirle a donde sea que los lleve (Mat 16:24). Siendo, pues, el amor a Cristo tan esencial para el verdadero cristianismo, tan buscado por nuestro Señor y Maestro, tan poderosamente dominante en el alma y en todo el hombre, tan influyente en el deber, he elegido este tema del amor a Cristo para tratarlo. Mi principal esfuerzo aquí será excitar y provocar a los cristianos al ejercicio vivo y vigoroso de esta gracia del amor al Señor Jesucristo. Hay una necesidad grande y universal de tales incentivos. La epístola en la que se encuentra mi texto fue escrita por Pedro, el apóstol de la circuncisión, y está dirigida a los extranjeros dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia (1Pe 1:1). Por estos extranjeros debemos entender a los judíos dispersos, que eran extranjeros en estos diversos países donde habitaban. Leemos en el capítulo 2 de los Hechos que muchos de estos judíos subieron de estos y otros países a Jerusalén para adorar. En el Templo, oyendo a los apóstoles hablar en diversas lenguas -que eran de uso en los diversos lugares donde vivían, y ello sin instrucción de hombre, sino según el Espíritu les daba que hablasen-, se asombraron y confundieron. Y después, oyendo a Pedro predicar con el maravilloso poder del Espíritu, tres mil de ellos se convirtieron a la fe cristiana con un solo sermón y se añadieron a la Iglesia cristiana. Una vez terminada la fiesta de Pentecostés, estos judíos convertidos volvieron a sus países, donde se encontraban sus diversas viviendas, familias y oficios. [En estos países, siendo paganos e idólatras, no hay duda de que allí encontraron oposición y sufrimiento a causa de la religión cristiana, de la que se convirtieron en celosos profesores, además de lo que soportaron de sus propios compatriotas: judíos no convertidos que odiaban el cristianismo más que los paganos. El apóstol parece tener respeto por ellos en esta epístola, en la que los anima en sus sufrimientos por causa de Cristo con muchos argumentos consoladores. En el segundo versículo, desea que la gracia y la paz se multipliquen en ellos y hacia ellos; y entonces, aunque sus sufrimientos abunden, que sus consuelos abunden mucho más. En los versículos 3-5, bendice a Dios por su abundante misericordia hacia ellos al engendrarles una viva esperanza de la gloriosa e inagotable herencia celestial que les estaba reservada por la infinita gracia de Dios, y a la que estaban reservados y guardados mediante la fe por el infinito poder de Dios. En los versículos 6-7, les dice que, aunque estaban agobiados por múltiples tentaciones, es decir, aflicciones, que son las tentaciones de la mano izquierda del mundo, les da a entender que estas aflicciones eran sólo por un tiempo: "El llanto puede durar una noche, pero la alegría viene por la mañana" (Sal 30:5). No eran sino necesarias para humillarlos, para purificarlos, para crucificarlos al mundo (Gálatas 6:14), para hacerlos conformes a su Cabeza, el Señor Jesucristo. Eran para la prueba de su fe, para que la verdad de la misma apareciera tanto para ellos mismos como para los demás, y para que el valor de la misma apareciera mucho más precioso que el oro cuando es probado en el fuego, lo cual, llevándolos a través de sus sufrimientos, podría ser encontrado tanto para su propia alabanza como para el honor de su Maestro en la aparición de Jesucristo. Luego el apóstol aprovecha la ocasión en el texto para hablar del amor que tenían a este Jesucristo, y de ese gozo indecible y glorioso que resulta de creer en él, aunque no lo veían, y que ningún problema o aflicción podía abrumar o impedir. "A quien no habéis visto amáis; en quien, aunque ahora no lo veáis, creyendo, os alegráis con un gozo indecible y lleno de gloria". De ahí que observemos, Doctrina 1. Que es propiedad y deber de los verdaderos cristianos amar a Jesucristo, a quien nunca han visto. "A quien, no habiendo visto, amáis". Doctrina 2. Que los verdaderos cristianos creen en un Cristo invisible: "en quien, aunque ahora no lo veáis, creéis". Doctrina 3. Que los verdaderos cristianos se regocijan o pueden regocijarse al creer con un gozo indecible y glorioso. "En quien, aunque ahora no lo veáis, creyendo, os alegráis con un gozo indecible y lleno de gloria". Aquí hay tres grandes puntos que deben ser tratados.